Ventajas de montar en bicicleta para personas de la tercera edad
Estudios realizados sobre el ciclismo y las personas de la tercera edad muestran que este es un deporte de bajo impacto, que permite ejercitarse sin que las articulaciones de las rodillas sufran. Por esto, su práctica se recomienda a aquellos adultos mayores que presentan trastornos reumáticos. Los objetivos perseguidos son atacar el sedentarismo y promover la actividad física entre quienes padecen tales dolencias.
Como es del dominio público, desarrollar una actividad física regular es deseable para las personas de todas las edades. Sin embargo, en general, el adulto mayor no está en capacidad de ejercitarse a solas, con la intensidad que lo hace un individuo más joven; es decir, que requiere de una rutina ajustada a sus necesidades médicas.
La razón es que, muchos adultos mayores padecen de problemas reumáticos. Estos son trastornos de salud que afectan, en especial, a las articulaciones; y, provocan dolores de mayor o menor intensidad que les entorpecen para hacer otras actividades más exigentes, como correr, patinar, jugar tenis o fútbol.
¿Qué puede hacer el adulto mayor frente a sus dolencias?

En esta etapa de la vida, es muy probable que haya una actividad beneficiosa que la persona todavía pueda desarrollar sin problema: montar bicicleta. No debemos olvidar que, si el adulto mayor deja de moverse a causa de sus dolores, pronto se empeorará y cada vez se le hará más difícil mantenerse independiente o seguir disfrutando de la calidad de vida a la que está habituado.
Respecto al tiempo que una persona de la tercera edad pueda dedicar a montar la bicicleta, la recomendación es que se tenga en cuenta su funcionalidad y lo habituada que la misma se encuentre a desarrollar alguna actividad física. El plan óptimo podría ser que, progresivamente, se vayan aumentando los minutos hasta llegar a 30; repitiendo, al menos, tres días a la semana.
De este modo, el individuo no solo se mantendrá funcionalmente activo; además, sus malestares físicos se reducirán y en su mente, al sentir un mayor vigor, el bienestar aumentará. Si es necesario, la persona puede recibir o aplicarse una pomada analgésica antes del inicio de la actividad; de modo que pueda tolerar mejor la incomodidad generada al principio por el ejercicio.
Por otro lado, los fisioterapeutas coinciden en que, al igual que una persona más joven, el adulto mayor debe calentar antes de montar la bicicleta; esto a fin de evitar futuras lesiones. Y no se trata de dar saltitos por 30 segundos o menos; en realidad, deberá hacer los estiramientos adecuados durante algunos minutos o por un período mayor de tiempo.
Beneficios del ciclismo a edad avanzada

Con la práctica continua o frecuente del ejercicio, las personas pueden afrontar mejor la tercera edad sin perder la salud. Entre los beneficios asociados a montar la bicicleta se encuentran:
- Circulación sanguínea. Uno de los trastornos más comunes causados por el sedentarismo y/o el envejecimiento es que la circulación de la sangre, a través de las extremidades inferiores, se enlentece. El movimiento necesario para andar en bicicleta es una medicina efectiva contra este mal.
- Enfermedades cardiovasculares. Al pedalear, el corazón es sometido a un esfuerzo benigno que incrementa su capacidad, disminuye la sensación de cansancio y previene la aparición de trastornos cardiovasculares.
- Sobrepeso y obesidad. Si se combina la práctica regular del ciclismo con una dieta equilibrada, a la persona le resultará fácil quemar el exceso de grasa de su organismo y, por ende, perderá peso.
- Fuerza muscular. El ciclista pone en movimiento todo su cuerpo, lo que mejora la tonificación y permite que los músculos se fortalezcan. Después de poco tiempo, se notará que la persona se encuentra en buena forma física.
- Densidad ósea. El ciclismo fortalece los huesos, haciéndolos menos sensibles a las fracturas; uno de los problemas más serios que se enfrenta en la vejez. Asimismo, la resistencia de ligamentos y tendones aumenta, con lo que se reduce la inflamación asociada a la artrosis.
- Articulaciones. Lo cíclico del pedaleo y el movimiento continuo favorecen a las articulaciones, con lo cual rodillas y tobillos aprovechan mejor los nutrientes, se hacen más resistentes y provocan menos dolores.
- Diabetes. El ejercicio facilita el control de la glucemia; así, los adultos mayores que sean diabéticos disfrutarán de un mayor bienestar y los que lo sean, podrán prevenir la aparición de este trastorno tan dañino para el organismo.
- Presión arterial. La mayoría de las personas, después de los 65 años, tiende a sufrir de hipertensión. El ciclismo regular mejora la circulación y, en consecuencia, la presión arterial se hace más fácilmente controlable.
- Digestión. El ritmo que se establece al pedalear estimula el buen funcionamiento del sistema digestivo y regula el delicado equilibrio intestinal.
Conclusión
Un mayor ingreso de oxígeno al organismo también representa una mejor salud cerebral y anímica. Por tanto, una persona que se ejercita con regularidad después de cierta edad, podrá pensar más claramente y estará menos propensa a sufrir de depresiones. Practicar el ciclismo, como también sucede con otros deportes, incrementa el optimismo, la alegría y la receptividad; al mismo tiempo, que se liberan las tensiones y se minimiza la ansiedad.
Si ya tienes 60 años o estás cerca y nunca has montado bicicleta, todavía estás a tiempo de aprender y divertirte, mientras cuidas tu salud. Lo importante es mantener una actitud positiva y usar equipo de protección personal, como muñequeras y tobilleras, para prevenir lesiones. Aumenta tu sensación de libertad y continúa disfrutando de la vida, mientras formas o te integras a un grupo de adultos mayores que practican el ciclismo.